July 2012

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Sunday, July 22nd, 2012 11:58 am
Autor: shivana

Pairing: Spuffy

Rating: NR-13

Disclaimer: ""Los personajes no son míos pertenecen a Joss Whedon, Mutant Enemy, la W.B, UPN y FOX, o quien sea que tenga ahora sus derechos, y sólo los uso para contar esta historia. La cual si me pertenece, y por la que no persigo ningún fin comercial

Notas: Este pequeño drabble empezó siendo una cosa, y se quedo atascado en mi mente, creo que en estaba esperando el momento oportuno, mi musa ya sabéis siempre va a su bola, creo que habia decidido antes que yo que era para Willh. Ella es una gran artista, sus dibujos y banners nos maravillan constantemente. Seguramente no es tanto como te mereces pero con él va todo mi cariño. Y si te inspira alguna cosilla pues mejor que mejor. Espero que hayas pasado un gran cumple. y que disfrutes de éste, mi pequeño regalo, al menos un poquito. Un beso muy grande preciosa.



Esperando

Aspira una profunda calada al cigarro, el papel crepita al quemarse mientras pequeñas virutillas rojas brillan en la oscuridad y se desvanecen en el aire. Exhala lentamente el humo que juguetea dibujando caminos retorcidos en la oscuridad de la cripta. Absorto en sus pensamientos permanece en el lecho de sábanas revueltas. La tenue luz de las velas acarician su torso desnudo recorriendo cada hueco, exculpiendo en ambar la perfección de su silueta. Sus ojos más rasgados que nunca miran entreabiertos el hueco vacío a su lado, dibujado en la cama, aún se distingue la sombra caliente de su cuerpo. Su olor impregna la habitación, ese olor a limpio, a fresca juventud que enloquece sus sentidos, embriagandolo lentamente. Respira lento, sólo para sentirla más cerca.

Hoy tampoco ha podido retenerla y como cada amanecer se ha marchado apresuradamente antes de que aparezcan los primeros rayos de sol. Una vez más ha abandonado a toda prisa su lecho, dejandolo borracho de sus besos, de sus caricias, del tacto de su piel. Hambriento de ella.

Ultimamente su vida es eso, esperar. Esperar la noche, esperar que venga, esperar sus besos, su ansia, Esta noche no iba a ser diferente.

Y eso que ha intentado que sea diferente, creando un ambiente romántico, casi como una cita, esa noche se ha esmerado, tal vez en un intento inútil de que ella le vea. Que vea al hombre que es bajo la máscara del monstruo que tan cuidadosamente ha ido creando durante tanto tiempo. Sepultando debajo a ese maldito William, que sigue viviendo siempre a su sombra, agazapado en lo más profundo, convirtíendole en un tonto iluso enamorado.

Y aunque sabe que no es su novio, que no es más que un consuelo de urgencia desesperada, un bálsamo para esa rabia que la inunda, a veces lo olvida, igual que ella. Tal vez por eso se lo dice una y otra vez, ciega a todo sentimiento, negándole la posibilidad de amar, de sentir, de ser algo más que un cuerpo en el que ahogar su angustia. El es sólo una cosa que no puede amar. Una cosa conveniente que ella utiliza. Y el se deja, atesorando pequeños gestos, atisbo de ternura apenas insinuada, migajas de cariño que escapan a su control.

Él lo sabe, y odia olvidarse.

Es sólo que a veces sus besos y caricias le confunden. Como cuando sus manos le recorren con urgencia, mientras lo cabalga toda fuego y pasión. Como cuando le clava las uñas con ansia pidiédole que la folle más fuerte. Cuando sus labios llenos de ardor besan cada rincón de su cuerpo para acabar fundiéndose en su boca, anudando sus lenguas mientras enreda sus dedos en su pelo. Aferrándolo con todas sus fuerzas, buscando en él ese hilo de vida que a ella se le escapa.

Le pertenece, por más que se diga que no quiere, es suyo. Y siente un nudo en la garganta, y rabia, porque apenas consigue dominar las lágrimas que furiosas luchan por salir, no quiere llorar, porque sabe que en el fondo sigue siendo ese pobre poeta enamorado de lo imposible. Una polilla buscando la luz. Quemándo sus alas en ella.

Exhala una última calada, saboreando el aroma a tabaco que invade por un momento la habitación, mezclandose con el olor almibarado de las velas que lentamente se consumen formando dibujos imposibles. Contiene la respiración, en un intento desesperado por ahogar todos los sentimientos que afloran a su piel.

Tenues rayos de sol se cuelan por las rendijas de una de las ventanas formando pequeños halos de luz dorada, en los que minúsculas motas de polvo bailan lentamente recorriendo la habitación. Permanece en el lecho abandonado a una tibia laxitud, cerrando los ojos e imaginando. Puede rememorar cada poro de su dulce piel recorrida lentamente tantas veces, cada rincón que sus labios sedientos han besado. Su silueta se dibuja en la penumbre, su menudo cuerpo, que tan bien conoce, acercandose lentamente, mirando sus ojos profundos sin apartar la mirada.

En su sueño, ella llega y lo abraza mientras sus labios susurran que le ama, como aquella primera vez. En su sueño sus besos le recorren lentamente, se enredan en caricias y se funden en un solo cuerpo, sin prisa, sin urgencia, sin que exista nada más que ellos, es tan real...

Hasta que los tenues rayos de luz colándose por debajo de la puerta se convierten en afiladas cuchillas que le devuelven a la soledad de su cama vacía. Por eso despertar es tan duro y doloroso.

FIN
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